Visita al museo pedagógico de la UAM

Hoy una parte de la clase, un grupo de aproximadamente 20 personas, hemos ido a visitar el Museo Pedagógico de la UAM situado en el módulo III (planta baja) de la Facultad de Formación de Profesorado y Educación, junto a la biblioteca. Este museo se encuentra en una pequeña sala que contiene un mesa circular para poder experimentar e investigar. En ella se recogen numerosos libros escolares, denominados enciclopedias, siendo la mayoría de antes de los años 70, plumas, máquinas de escribir, balanzas, escritorio, etc. Todo esto se expone en estanterías y vitrinas tanto abiertas para una manipulación cuidadosa como cerradas para una mejor conservación. 

Jesús Asensi Díaz, la persona que nos ha estado explicando todo lo que conforma la escuela antigua (antes de los años 70, siglo XX), lo ha hecho de una forma muy coloquial y amena donde te encontrabas como en familia contando la educación de los abuelos. Me ha parecido bastante interesante todo lo que ha estado contando e incluso hemos escrito con una pluma para que viéramos como escribían antes de que existiera el bolígrafo. También hemos podido observar muy de cerca los libros de estudio, llamados entonces enciclopedias, donde aparecían en ese único libro todas las materias (religión, lengua, geografía, matemáticas, etc). 

Estas enciclopedias las hemos analizado un poco y nos hemos percatado de que los primeros temas son la religión o la lengua ya que les daba más importancia. También incluían temas relacionados con el comportamiento que debían tener los niños hacia sus superiores y, por supuesto, honrar a su patria aprendiéndose sus himnos y un poco la vida del caudillo.

En todas las enciclopedias encuentras un apartado únicamente para niños y un apartado únicamente para niñas, esto decanta a que reconocían que la educación debía de ser diferente según el sexo. Nos ha estado comentando, también, que la educación se dividía en primaria y bachillerato, no existía la educación infantil y el colegio se empezaba a los 6 años. El bachillerato comenzaba a los 10 años podían permanecer en la escuela hasta los 14 años, pero los únicos que se quedaban eran los niños de familias pudientes porque la mayoría abandonaba el colegio a la edad de 12 o 14 años por eso la mayoría de la población era analfabeta. Todos los colegios estaban separados por sexos, incluso a la hora del recreo. En una misma clase podía a ver niños de diferentes edades con un solo profesor y como empezaban tan tarde la escuela iban "retrasados" en cuanto a lectura y escritura, que ero lo más relevante.
Las enseñanzas claves eran la lectura, la escritura y el cálculo dando pequeñas pinceladas a las demás materias:

• La enseñanza a la lectura era de una manera muy aburrida y difícil, a base de la memorización del alfabeto y de la combinación de sílabas. 

• En la escritura debían aprender diferentes tipos de formato de letras (gótica, americana, francesa, española cursiva, etc.)

Los libros, como podéis comprobar, no tienen ningún tipo de color y las ilustraciones soy muy pequeñas hasta que se produjo un cambio a partir de los años 70 ya que entró en vigor la LOE (Ley Orgánica de Educación) y a raíz de ahí las editoriales como Santillana y Anaya comenzaron a realizar libros de características de mayor formato, a introducir ilustraciones a color y grandes y ejercicios, así como las unidades didácticas.

En cuanto a la aplicación pedagógica en educación infantil se puede hacer como lo hemos hecho nosotros hoy. Enseñarles que tipo de educación había antes y mostrarles los diferentes materiales que utilizaban. Para ello, es necesario, un sitio adecuado para efectuarlo donde los niños se sientan cómodos e invitarles a un nuevo aprendizaje. La propia escuela puede crear su propio museo pedagógico donde las familias de los niños y niñas pueden llevar algo que conserven de la escuela antigua.

Mi opinión en cuanto a la práctica con esta actividad, ha sido una gran aportación para acercarnos al mundo del museo pedagógico de nuestra universidad y así conocerlo de una forma más profunda para poder aplicarlo en otras áreas del ámbito educativo que creamos conveniente.

¡Hasta la próxima!